Este miércoles, miles de fieles en todo el mundo acudieron a iglesias y parroquias para conmemorar el Miércoles de Ceniza, una de las fechas más importantes del calendario litúrgico cristiano. Esta celebración marca el inicio de la Cuaresma, un periodo de 40 días de preparación espiritual previo a la Semana Santa.
Durante las misas del día, los sacerdotes impusieron ceniza en la frente de los creyentes en forma de cruz, mientras pronunciaban las palabras: «Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás» o «Conviértete y cree en el Evangelio». La ceniza utilizada proviene de la quema de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año anterior, simbolizando el arrepentimiento y la fragilidad de la vida humana.
El Miércoles de Ceniza es una jornada de ayuno y abstinencia para los católicos, quienes están llamados a la oración y la reflexión sobre su vida espiritual. Este tiempo de Cuaresma es visto como una oportunidad para acercarse a Dios mediante el sacrificio, la caridad y la renovación de la fe.
En distintas partes del mundo, las celebraciones variaron según las tradiciones locales, pero todas mantuvieron el mismo mensaje de preparación y penitencia. Con esta solemnidad, los creyentes se disponen a vivir intensamente el camino hacia la Pascua de Resurrección, la festividad central del cristianismo.