Convivencia, día de integración
Los estudiantes de primer año de Bachillerato Técnico, con especialización en Informática y Contabilidad, disfrutaron este miércoles 3 de julio del presente año de una jornada de convivencia que dejó huellas imborrables en sus corazones. La actividad se llevó a cabo en la maravillosa casa de retiro Beato Juan de Rieti, donde se organizaron diversas dinámicas, charlas sobre enseñanza religiosa y amistosos juegos de fútbol, todo en un ambiente de camaradería y aprendizaje.
La jornada comenzó con charlas sobre la enseñanza religiosa, lideradas por el profesor Cristian Meza. Estos espacios de reflexión no solo abordaron temas espirituales, sino que también enfatizaron valores como la solidaridad, el respeto y la responsabilidad, pilares fundamentales en la formación integral de los jóvenes agustinos.
Posteriormente, se llevaron a cabo actividades de integración que permitieron a los estudiantes conocerse mejor y fortalecer sus lazos de compañerismo. Juegos que sirvieron como «rompehielos» y dinámicas grupales que fomentaron el trabajo en equipo y la comunicación efectiva, aspectos esenciales tanto en la vida académica como profesional.
Asimismo, una de las charlas desarrolladas durante la convivencia abordó el tema de la toma de decisiones y sus repercusiones. Los estudiantes comprendieron la relevancia de analizar detenidamente sus elecciones y cómo estas pueden impactar su futuro tanto personal como profesional.
Durante el receso, los alumnos se animaron con juegos amistosos de fútbol, donde la competencia sana y el espíritu deportivo fueron los protagonistas. Además, demostraron habilidades y estrategias en el campo de juego, fomentando la importancia del juego limpio y la colaboración.
En definitiva, la convivencia de primer año de Bachillerato Técnico fue un éxito rotundo, reafirmando el compromiso de la institución con una educación integral y de calidad. La combinación de actividades, enseñanza religiosa y deportes resultó en una experiencia enriquecedora y memorable para todos los participantes. Este tipo de encuentros no solo fortalecen la cohesión del grupo, sino que también proporcionan un respiro en la rutina académica, permitiendo a los jóvenes recargar energías y motivarse para los desafíos futuros.
