Hoy, 7 de noviembre, Ecuador rinde homenaje al Hermano Miguel, nacido Francisco Febres Cordero en Cuenca en 1854. Su vida estuvo marcada por una profunda dedicación a la educación y la fe católica. Aunque falleció en 1910, su legado sigue vivo, y en 1984 fue canonizado, convirtiéndose en el patrono de la educación en nuestro país.
Este día no solo celebra su natalicio, sino que también se reconoce como el Día Nacional de la Educación Católica y del Maestro Católico. Es un momento especial para recordar la importancia de educar en valores cristianos y agradecer a todos los maestros que, como el Hermano Miguel, se entregan a la enseñanza con pasión y compromiso.
En escuelas y comunidades católicas, se llevan a cabo actividades llenas de significado, donde se celebra el impacto que los educadores tienen en la vida de los estudiantes. Esta conmemoración nos invita a reflexionar sobre el papel fundamental que juegan los maestros en la formación de las nuevas generaciones, inspirándonos a seguir promoviendo una educación que no solo forme intelectualmente, sino que también nutra el espíritu.