Con el espíritu navideño en su máximo esplendor, la Federación de Establecimientos de Educación Católica de Guayas (Fedec Guayas) celebró su tradicional entrega de pavos y vinos, un gesto que simboliza la gratitud y el aprecio hacia los rectores que, día a día, dedican su esfuerzo y liderazgo al servicio de la educación católica.
El evento, que se realiza cada año, reunió a los rectores en un ambiente de alegría y compañerismo. Más que un simple acto protocolar, fue una oportunidad para reflexionar sobre el impacto que cada uno de ellos tiene en sus comunidades educativas y para fortalecer los lazos que los unen como parte de una gran familia dedicada a la enseñanza y los valores cristianos.
En esta ocasión, el Padre Marcelo Altamirado, rector de la Unidad Educativa «San Agustín» y Vicepresidente de la Fedec Guayas, se sumó al encuentro, participando activamente en este emotivo momento. Con palabras llenas de esperanza, destacó la importancia de mantener vivo el espíritu de unidad y servicio. Junto con sus colegas, compartió sonrisas, abrazos y momentos de camaradería que reforzaron la fraternidad entre los rectores.
“Este gesto de gratitud no solo reconoce nuestro trabajo, sino que también nos recuerda que somos parte de algo más grande, una misión que transforma vidas desde la fe y la educación”, comentó uno de los asistentes, emocionado por la calidez del encuentro.
El evento no solo se centró en la entrega simbólica de pavos y vinos, sino también en celebrar el trabajo incansable de quienes, a pesar de los desafíos, guían con pasión a sus instituciones. Fue un recordatorio de que cada esfuerzo cuenta, que cada decisión impacta positivamente en los estudiantes y que juntos se construye un camino de esperanza.
La Fedec Guayas cerró el evento con un mensaje lleno de buenos deseos: que este gesto sea solo el inicio de unas fiestas navideñas llenas de paz, alegría y unión para todos los rectores, sus familias y las comunidades educativas que representan.